Es el láser más potente del mercado y más efectivo para el tratamiento de eliminación de cicatrices de acné, flacidez cutánea, líneas de expresión profundas, estrías y queloides. Debido a lo anterior, es necesario preparar la piel para recibir este tratamiento y que los resultados sean los esperados.
Durante el tratamiento con láser de CO2 se utiliza anestesia local.
Puede realizarse en una zona específica en el caso de querer corregir un defecto puntual o en todo el rostro.
Los resultados no son inmediatos. Durante los siguientes seis meses al tratamiento, las arrugas y cicatrices irán disminuyendo paulatinamente.

La sesión puede durar desde los 30 minutos en los tratamientos más simples, hasta 1 hora en los más intensos, dependiendo del tamaño y la ubicación del problema a corregir.

La aplicación de esta tecnología láser ha dado muy buenos resultados, sobre todo en el rejuvenecimiento de la piel, con mejoras de hasta 90% con respecto al aspecto inicial.

Al terminar el procedimiento, la piel queda enrojecida e inflamada. Se recomiendan de 8 a 12 días de reposo en casa, aplicando las cremas que el experto recomiende para sanar completamente la zona. La desaparición del enrojecimiento se da en las primeras dos semanas.

Se debe evitar la exposición directa al sol, ya que el láser puede producir problemas de pigmentación, en especial en pieles oscuras.